30/12/16

EL 31

24/12/16

COMBATIENDO VIOLENCIA E IGNORANCIA


Oficiante:

"Es palabra de Quino"

Pueblo:

"Alabamos tu sabiduría"


A pesar de que la frase "La educación es la vacuna contra la violencia", no es suya (en realidad corresponde a Edward James Olmos) y la que apostilla "y la ignorancia", a saber quién la habrá podido añadir, ambas están en la línea vital de Joaquín Salvador Lavado Tejón "Quino". Es por ello que, aprovechando la imagen de Mafalda pluma en mano, me he permitido esta licencia.

Miguel Ángel G. Yanes

21/12/16

UN VERDADERO DESPROPÓSITO


Sólo hay que seguir la secuencia: LODE (1985), LOGSE (1990), LOCE (2002), LOE (2006) y  LOMCE (2013) para entender que la Educación en España es un verdadero despropósito. Un popurrí de acrónimos que hacen perder la esperanza al más pintado, y no digamos ya la ilusión. Y es que la historia de la Educación en este país de "conejos y ardillas", corre, salta, brinca, huye, escapa, zigzaguea... dependiendo del gobierno de turno, y no hay quien detenga este desbarajuste de normativas y contranormativas que devienen, cómo no, en la absoluta desmotivación de alumnos y docentes.

Miguel Ángel G. Yanes

17/12/16

SIN POESÍA, NO HAY FUTURO

El poemario supersónico de Raúl Herrero


En este poemario, Sombra salamandra (poesía supersónica) (Libros del Innombrable), de Raúl Herrero (Zaragoza, 1973), hay plurales ecos por las esquinas del verso, desde ecos de religiones y mitos, aventuras y hazañas, hasta de logros y tragedias, tal como sucede en nuestro acontecer diario: o sea, ni más ni menos, que desde el mismo Drácula al arcángel Gabriel, pasando por los pitufos, Abraham, Leviatán, el hombre menguante, Dios, los humoristas Tip y Coll, los Frankenstein y su monstruo, Pan, el hombre lobo, don Quijote, el zar, el Misisipi, Júpiter, el Cristo de la Luz, el Verbo, Ariadna, Terpsícore, Chaplin, los hermanos Marx, Luis Aguilé, los Beatles, entre otros muchos, sin señalar las citas de otros tantos poetas: desde Cirlot a Arrabal, pasando por Góngora, Chicharro, De Cuenca o Fernández Molina...

Pero llama la atención que las evocaciones que pergeña y que le llevan a construir sus poemas nos dan cuenta de hasta qué punto el poeta se convierte él mismo y no otro, ese su yo poético, en creador de mitología humana. Creo que Herrero tiene claro que a la poesía nada de lo humano o lo divino le es ajeno: “el Verbo hecho carne y centeno”.

Raúl Herrero - Fotografía de Vera Benavente

El poeta Raúl Herrero nos demuestra cómo él percibe su universo y cómo se ve él en ese universo desde su asombrosa capacidad de reflexión y de recreación lírica: aderezada toda con grandes dosis de humanidad mostrando una poesía humanista. Desde las raíces culturales que le son propias hasta el monólogo dramático tenso, amplio, profundo con la filosofía, con la historia, con lo material y espiritual, la ascética y la mística; con la realidad externa a él mismo. Y logra lanzar el verso más allá de sus propios límites infinitos. Relee y reinterpreta nuestros propios fundamentos: nuestro origen, nuestro lugar en el mundo; también lo que nos une a los que celebramos y festejamos la belleza de la vida y del mundo desde hace algunos años y “Como el navío golpea el casco del iceberg”.

El poeta invoca a la sabiduría y a la poesía en cada uno de los textos y es en ellos donde se aprecian las invocaciones, que a su vez, originan la respuesta a través de la misma palabra poética: el poema 11 de La sombra de la salamandra, es el mejor ejemplo. Predomina en cada uno de los poemas ese aura de espiritualidad franciscana, que le tiene amarrado y que respira y trasmite en lo que hace. Es no cabe duda un paisaje al que el poeta sabe que pertenece en este su camino. Y es y será su paisaje de salvación lírica y vital.


Último libro hasta la fecha que es más un trayecto que un destino y en el que cuenta el devenir telúrico más que el llegar al destino: “(Los goznes del féretro apenas callan/ y la sangre sedienta sigue en los labios). Versos de su poema Drácula vuelve de la (su) tumba con los que el poeta abre su Sombra salamandra, plagada de mitos y seres. Este poema inicial plantea el contenido de su quehacer literario y también, repasa y da cuenta de la poesía y de los poetas, con fina burla: “He alimentado palabras prudentes/ y necedades selectas./ Mis laceradas manos/ han enguantado miles de páginas;/ he perpetrado poemas carentes/ y horrendos. (Bardos abismales/ se proclaman señores de la planicie)./ Me he sosegado en sillones,/ banquetas, reclinatorios y taburetes,/ también en el asfalto del aparcamiento.”

Tras los primeros poemas llegan los fragmentos líricos con detalle de sentencia breve al terminar cada uno de los 19 textos: desde “Algunas ausencias sanan siglos.” Hasta “… Mel-qui-se-dec la nada espumea y esplende”, pasando por “Ni siquiera en las letrinas se enfanga la luz.” O “Lo que nace en la unidad perece en la unidad.” Y, también “La belleza es artificio de la divinidad.”

Melquisedec de Jaume Hughet

El viaje vital del poeta continúa con el poema El Arcángel renacido y el genial poema La poesía prendida de mi chaqueta como una tortilla babosa. Después viene la parte central ya citada, La sombra de la salamandra, con 11 poemas numerados y siete poemas sueltos, uno de estos se lo dedica a su hijo, de corta edad, e ilustrador del poemario Hermes Antonio y es, no cabe ninguna duda, un alarde de poema ante la generosidad de las ilustraciones, que acaba así: “Lo que tú eres yo lo fui,/ pero hoy tú ya eres lo que yo me veré.” Que recuerda a ese verso de Quevedo en el soneto ¡Ah de la vida!: “soy un fue, y un será, y un es cansado.”

Y el siguiente poema dedicado a Esther Martín, que termina con el mejor deseo: “Ojalá el martirio/ te devuelva la vida.” ¡Cuánta belleza, cuánto amor y cuánta generosidad, también, encierra este poema!

Raúl Herrero, fotografía actual

Es pues este poemario, que merece un lugar entre los clásicos, quien revive en la poesía de Herrero como punto de partida y lugar de regreso de un nuevo ciclo vital profundamente lírico con vocación de alma familiar. No creo equivocarme al decir que este libro es un punto de anclaje vital de Raúl donde la poesía, su poesía, invoca la profundidad humana de su mirada interior volcada al exterior: todo espacio y tiempo o la gabrielización de la poesía, que dice el poeta en sus poemas finales, con sorpresa incluida: es que las trompetas y el jazz tienen estas cosas.

Creo que la escritura de Raúl Herrero es un bien necesario para que evolucione el resto. Pienso que sus técnicas llegarán a la poesía más básica. Y afirmo que sin poesía no hay futuro y el poeta lo sabe y por eso ha escrito Sombra salamandra (poesía supersónica), que supera sin esfuerzo la velocidad del sonido.

FUENTE: librujula.com
Enrique Villagrasa
13/12/2016

Quiero hacer una pequeña puntualización sobre la palabra salamandra: El autor la utiliza aquí refiriéndose a los espíritus elementales del fuego.

Según explica Paracelso*, lo invisible, contraparte espiritual de lo visible, está habitado por multitud de seres peculiares, que antaño recibían el nombre de elementales, y que, posteriormente, pasaron a designarse espíritus de la naturaleza. Él divide a estos elementales en: gnomosondinassílfides  y salamandras. Y nos enseña que estas entidades habitan en sus propios mundos, desconocidos para los humanos, ya que, nuestros sentidos, bastante limitados aún en su desarrollo, nos impiden captar esas dimensiones, aun cuando a través del sueño, de experiencias místicas o consumo de determinadas drogas, tengamos algún atisbo de las mismas.

Paracelso

Paracelso afirmaba que, mientras el ser humano está compuesto de varias naturalezas (espítitu, alma, mente y cuerpo) combinados en una sola unidad, el elemental tiene sólo una naturaleza, el éter del que se compone y en el que vive, y especifica que:

"Cada especie se mueve sólo en el elemento al que pertenece, y ninguno de ellos puede ir fuera de su elemento apropiado, que es para ellos como el aire es para nosotros, o el agua para los peces, y ninguno de ellos puede vivir en el elemento que pertenece a otra clase. El elemento en el cual vive el ser elemental es transparente, invisible y respirable, al igual que la atmósfera para nosotros mismos" (Philosophia Oculta , traducido por Franz Hartmann)

Al hombre le es imposible comunicarse con las salamandras, pues al ser éstas seres elementales del fuego, ante cualquier intento de contacto con ellas, todo se convierte en cenizas.

La salamandra alquímica

Para darles una imagen comprensibel en el mundo físico, los alquimistas medievales las asociaban con un lagarto de aproximadamente 30 cm. de longitud que podía moverse tranquilamente entre las llamas.

(*) Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, tambien conocido como Paracelso, fue un alquimista, médico y astrólogo suizo que vivió entre los años 1493 y 1541.
Datos tomados de Wikipedia - La enciclopedia libre. 

14/12/16

PAN DE POYA

¿Sabían ustedes que existió un pan de poya?

Pues sí; se denominaba poya al tributo que se pagaba en el horno público como precio por la cocción del pan, habida cuenta de que, en la época medieval, la mayoría de las familias carecían en sus casas de horno para cocerlo. Por ello, el panadero recibía como recompensa por su trabajo una parte del producto, de modo que pudiera obtener una ganancia revendiéndolo.


Así que no sólo existió un pan de poya, sino también un horno de poya, y un verbo poyar (pagar la poya).

Qué cosas ¡eh!

Miguel Ángel G. Yanes

7/12/16

UN HILO DE TRISTEZA (POEMA)


Al amanecer,
cuando en la transparente
verticalidad del cristal
posan los lepidópteros
sus delicadas formas,
atraídos
por un mar de colores
que incesante rebulle
tras el escaparate,
un hilo de tristeza
enreda
la esperanza del sol.

Miguel Ángel G. Yanes
 

3/12/16

ENTREVISTA A CARLOS SAURA

“Los políticos piensan que la cultura es una cosa de vagos”

El cineasta, uno de los ‘fundamentales’ del cine mundial, paga la deuda que tenía con su tierra con su nueva película, ‘Jota de  Saura’, y de paso denuncia el desprecio hacia la cultura por parte de nuestros políticos.

Carlos Saura

 
"Estamos perdiendo el tren de la cultura"

Carlos Saura y Luis Buñuel son los cineastas más grandes que ha tenido España y dos de los más importantes del mundo. La afirmación no es exagerada, aunque en nuestro país pareciera que durante decenios pocos se han dado cuenta. Ahora, el primero, este genio innovador, moderno, sabio con la cámara, de curiosidad infinita, reconocido con los más altos galardones en todo el mundo, sigue imbatible -terco aragonés- con 84 años y una nueva película, Jota de Carlos Saura, y “muchos proyectos frustrados”.

“Si fuera francés todo sería más fácil”, dice con su cámara colgando del cuello –“tengo más de setecientas”-, una digital ligera, preciosa, y con una vitalidad envidiable. “No sé qué son estas películas”, confiesa, refiriéndose a la serie que comenzó con Gades, con Carmen y El amor brujo, y ha seguido con Flamenco, Tango, Fados, Salomé… “Esta película, Jota, se la debía a mi tierra. ¡Me lo han reprochado tantas veces! Me han preguntado muchísimas veces: ¿Y para cuándo la jota?”


Está haciendo una especie de trabajo de recuperación con estas películas, ¿no pretende también un poco hacer una labor de renovación, de actualización del folclore?

Sí. Artistas de los que participan en las películas y muchos expertos están de acuerdo conmigo en la necesidad de la renovación. No hay que falsear las bases, pero sí hay que renovar. Yo, a veces, hubiera llegado todavía más lejos, pero todavía no he podido. Ya se lo decía a Gades, “en el flamenco no bailes siempre igual”, pero él…

De todas, ¿alguna ha sido más complicada?

La más difícil fue Fados, aunque los fados me han gustado desde que era niño, en España entonces se pusieron de moda, pero yo tenía muy poca información cuando hice la película. También tengo recuerdos desde la infancia de jotas. De pequeño me llevaban a concursos de jotas, una vez fui a Mora de Rubielos a una reunión de grupos joteros del mundo entero. Y me acuerdo del calor que hacía y de las chicas con esos refajos que algunas se desmayaban, claro. Esta película, Jota de Carlos Saura ya se ha vendido a siete países, a China, Japón, Alemania, Turquía… Y yo estoy contento por los productores.


Con estas película ha recibido el reconocimiento que siempre le dieron en el extranjero y le negaron en España, ¿cómo lo siente?

Bueno, todo llega en la vida. Ahora todo el mundo dice “¡qué buena era La caza!”, pero cuando se estrenó en Berlín (donde ganó el Oso de Plata al Mejor Director), un crítico español vino y me dijo: “Vaya mierda de película que ha hecho usted”.

Hay casi unanimidad en que es su mejor película, pero no es la que más le gusta a usted, ¿cuál es su favorita?

Ahora Io, don Giovanni, porque reúne todas las cosas que me atraen, y la falsedad del cine dentro del cine, los artificios… Debería hacerse cine a lo Buñuel, a lo Bergman, a lo Fellini, no conformarse con lo costumbrista, con lo de siempre.

Ara Malikian en 'Jota de Saura'
Ara Malikian, en 'Jota de Saura'

Y ¿no cree que es justamente esa la tendencia que prevalece?

Sí. La mayor parte de las película son muy previsibles, nada más empezar ya sabes qué va a pasar y cómo. Pero eso es lo que demanda el público, sobre todo el de televisión. La televisión es lo que está machacando el cine. Y nosotros tenemos el problema de que estamos en manos de las televisiones.

Entonces usted…

Yo soy una excepción. He hecho más de cuarenta películas y todavía me sorprendo. Sobre todo porque siempre he hecho lo que me ha dado la gana, menos con mi segunda película, Llanto por un bandido, que la destrozaron en Italia. Yo había hecho una película con influencia de Kenji Mizoguchi y… Por eso luego hice La caza, que controlé completamente. Siempre me he sentido un privilegiado en el cine y en la vida.


¿Incluso ahora?

Ahora las cosas están… La cultura de este país no interesa para nada y gracias a que hay algunos francotiradores. ¿Qué político de hoy ha hablado de la cultura? Ninguno. Es impresentable. Cuando sales fuera de España en muchos sitios conocen al Real Madrid y al Barcelona, pero no en todos, pero sí se conoce en el mundo entero a Cervantes, a Picasso, a Miró, a Gaudí… Eso es lo que queda de España. Los políticos piensan que la cultura es una cosa de vagos.

¿No cree que algunos políticos han conseguido incluso que muchos españoles también crean eso?

Claro. Pero esto viene desde la educación. Si no se cambia desde abajo del todo, no va a cambiar nada. Últimamente viajo mucho a París, allí es todo estímulo para la cultura. Cuidan los lugares culturales, hay cines por todas partes, librerías en casi cada calle… A mi hermano, el gobierno francés le ofrecía un estudio para que pintara allí. Nosotros estamos perdiendo el tren de la cultura y perdiendo a mucha gente con talento que no recibe ningún estímulo.

París, capital cultural de Europa

En los últimos años se ha dedicado a este cine musical y al que usted llama ensayos sobre personajes, Buñuel y la mesa del rey Salomón, Goya en Burdeos… ¿qué pasa con el proyecto sobre Picasso?

Se cayó una vez y entonces escribí un nuevo guion con Ray Loriga, que está completamente paralizado. Antonio Banderas se debe estar cansando ya, además ahora se dedica a sus perfumes. Tengo otro guion sobre Felipe II. Si fuera francés o alemán, tendría todas las facilidades para hacer cine, pero aquí, no. El proyecto de Felipe II es más difícil que el de Picasso porque va contra la idea de ese Felipe II maravilloso que han descrito. Bueno, eso ya me pasó con Lope de Aguirre (El Dorado), me llovieron las críticas por el retrato que hacía de él.

Ha debido acostumbrarse a tanta crítica, porque le han caídos durante años por todos los lados ¿o no?

A mí me importa un pepino el estilo y lo que digan de él, pero me atacaban, incluso algunos grandes cineastas españoles, porque defendía el cine de autor. Y para mí, el autor es el que se hace responsable de lo que hace. Y, por otro lado, yo tampoco me he defendido mucho. Una vez recibí una carta de Ángel Fernández Santos que criticaba una de mis películas. Y le pregunté por qué hacía eso. Me contestó que éramos amigos y que yo era bueno y por eso a mí me exigía más. Es verdad, me caían por todos lados.


¿Tiene ganas de volver a hacer una película de ficción?

Sí, claro, tengo varias ideas, pero cada vez es más difícil. Tengo muchos proyectos frustrados. Antes era más fácil, cuando tenía unos productores fijos, Elías Querejeta, Emiliano Piedra, Andrés Vicente Gómez. Y, por otro lado, hoy cualquiera puede hacer una película con un teléfono móvil, así que…

Siempre dice que ve poco cine, que tiene poco tiempo...

Veo muy poco, algunas películas de catástrofes. Me encantan las películas de catástrofes. Es ese cine paralelo que hacen los americanos muy bien y que nosotros no podemos hacer. A mí no me gustaría hacerlo, yo soy más de cine de cámara con pocos personajes, pero me gusta verlo.


FUENTE: publico.es
Begoña Piña
Madrid - 05/10/2016