7/8/13

POR LAS CUMBRES DE ANAGA (POEMA)


 
 (A Sonia Celaya)

Desde la orilla azul de San Andrés,
Que dejó de ser pueblo alguna tarde
De salobre tristeza, para asumir
Su nuevo rol de barrio marinero,

Serpenteando subimos la ladera
Del reseco barranco del Cercado,
En pos de las agudas cresterías
Con que se adorna la femenina Anaga.

Hacia sus verdes pechos, enredados
En aroma de brezos, avanzamos
Con lentitud al ritmo de la música,
Sincopando el de los corazones.

Cuando alcanzamos el labio de la bruma,
Y su húmedo beso nos borró, de golpe,
La cinta gris que la montaña ciñe,
En su encantado universo nos perdimos.

Con un escalofrío bajando por la espalda
Nos envolvió su tacto de cristal,
Y la punzada de una aguja invisible
Atravesó la piel de nuestras almas.

 Pero a punto de soplarnos, la diosa,
Al oído, el líquido secreto
De aquel bosque pretérito y perdido;
Verdiblanco, el único habitante

(Aparte de nosotros dos y de Patricia)
Cruzó veloz, apenas perceptible,
Pero crujió a su paso la hojarasca
Y se rompió la magia con su ruido.

Miguel Ángel G. Yanes

No hay comentarios:

Publicar un comentario