10/12/17

EL ANDRÓGINO PRIMORDIAL

En la zona de Montaña Rajada (Parque Nacional del Teide) cerca de las Minas de San José, existe un árbol antiquísimo, al parecer un cedro, rodeado completamente por la lava. No sé muy bien si ya estaba allí y lo respetó la colada o si arraigó posteriormente. Es conocido como "El patriarca del Teide" y su imagen impresiona no solo por lo inesperado sino por la forma tan peculiar que ofrece:


Si se fijan bien observarán que ambas partes del tronco, al dividirse en dos, giran sobre si mismas, retorciéndose y trenzándose a la vez, lo que me hizo recordar la imagen del ándrógino primordial, y así di en llamarlo.

Andrógino primordial o Rebis

Debidamente protegido de los muflones por un muro de piedra seca, pervive en su extrema soledad.

Junto a él nos reunimos en alguna ocasión.


Rebis

Antecedentes:
Diferentes culturas y tradiciones religiosas, esotéricas y filosóficas hablan de un ser primordial andrógino -solitario- del que derivan los demás seres. Ejemplos de esto son el Adam Kadmón de la Cábala que se considera previo a Adán, perfecto y andrógino. Existiendo antes de que Adán pasara del mundo espiritual o mundo de las ideas platónico al universo material demiúrgico. Este concepto es similar al de Gayomart zoroastriano, Ymir nórdico y Purusha hindú. Simbolizaría el espíritu perfecto antes de que la materia lo volviera carne y le diera género, pues los espíritus no tienen sexo.

Leyenda:
Dios creó en un principio a Rebis, que era hermafrodita y perfecto, a su imagen y semejanza, y era un ser muy poderoso. Y era idéntico a Dios, porque así lo había creado éste. Pero una vez lo hubo creado no le gustó que hubiese otro ser tan poderoso como él. Así que se arrepintió, y decidió dividir a Rebis en dos sexos: dos seres que, independientemente, eran más débiles que el Rebis original, e imperfectos, pero como contrapartida podían reproducirse y aumentar la especie. Lo hizo porque sabía que dividiéndolo, lo debilitaría. Pero quedó en ellos un recuerdo de su esencia anterior, de su perfección perdida, una reminiscencia de su pasado de esplendor cuando eran el Rebis, y así surgió en ellos el deseo de superarse, y por eso el ser humano nunca se queda conforme sino que siempre intenta ir más allá, mejorar, y elevarse. Cuando Dios se dio cuenta de este deseo de superación, se enfureció contra ellos, porque comprendió que el fin último que buscaban era ser como él (de nuevo), y los expulsó de su morada, el paraíso. Y los condenó a sufrir. Según esta leyenda, Rebis es el ser que era Adán antes de que a partir de él formase Dios a Eva. Porque cuando todavía no le había sido sacada la "costilla", Adán no era propiamente un hombre, puesto que llevaba en su interior a la mujer. Es la misma historia que cuenta el génesis, pero interpretada de modo que muestra a Dios como egoísta y rencoroso, temeroso del poder de los hombres, cercano a ellos en lugar de lejano y superior, y explica que el ser humano en su afán de superación, puede llegar a superar a Dios.

Datos tomados de Wikipedia - La enciclopedia libre.

Miguel Ángel G. Yanes

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