16/7/17

LA VIRGEN DEL CARMEN

Hoy, el santoral litúrgico conmemora la festividad de la Virgen del Carmen. 

 
Aunque nunca fuí demasiado católico (la razón no me lo permite) y, ya de niño me fugaba de misa todos lo domingos y fiestas de guardar, con los años, al revés de lo que suele ocurrir, me he ido radicalizando; sigo siendo panteísta y ácrata como cuando era joven, pero con algunas vueltas de tuerca de más, lo que me ha convertido en un individuo asaz huraño y bastante descontento con el sistema imperante; iba a decir también " protestón" pero, recapacitando, me di cuenta de que lo he sido siempre, es algo inherente a mi carácter.

Todo este preámbulo viene a cuento de que voy a atreverme a disertar sobre la Virgen del Carmen, una de las muchas advocaciones marianas que, no solo en sentido religioso, sino cultural, saturan nuestro calendario.

 
Al parecer su nombre y veneración se remontan a una comunidad de eremitas que, en la antigüedad, habitaban en el monte Carmelo (palabra esta derivada del árabe karmel: jardín), ubicado en la localidad israelita de Haifa. Hoy en dia existe allí un santuario, una hospedería y un gran mirador sobre el valle de "El-Muhraqa", todo ello gestionado por los monjes carmelitas.

En España se la considera la patrona del mar y de la Armada Española, y es conocida con el sobrenombre de "Estrella de los mares" (Stella maris). De ahí que la salve marinera comience con esas palabras:


No obstante quiero hacer una puntualización al respecto de su advocación: si bien es cierto que se la considera la santa patrona de los marineros, comparte patronazgo con San Pedro, aunque aquí, en la isla de Tenerife, la tradición popular tuvo siempre a San Telmo como patrón de los navegantes, y en concreto como protector de nuestros pescadores. Hasta tal punto que, en determinadas procesiones marineras que se siguen celebrando en la actualidad, se embarcan ambas imágenes: la Virgen del Carmen y San Telmo.

De hecho, cuando se desataba algún vendaval y los hombres se hallaban en la mar (tuve familia en el barrio de Los Llanos y lo recuerdo perfectamente) las mujeres musitaban, como si fuera un mantram, una jaculatoria que, aunque rindieran pleitesía a la Virgen del Carmen como madre celestial, no iba dirigida precisamente a ella:
 
"San Telmo bendito, ayúdalos"... "Protégelos, San Telmito" 

 

Miguel Ángel G. Yanes

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