14/11/16

CANARIAS, LA POESÍA Y LOS SIERVOS DE LA GLEBA

Cecilia Domínguez Luis

Si hay una voz autorizada para cantarle "la gallina" a una élite mediocre y manipuladora en el campo de la Literatura, ésa es la de Cecilia Domínguez, último Premio Canarias de dicho Arte que, sin cortapisas, mete el dedo en la llaga de nuestra cultura. Se moja hasta las trancas, lo que es muy de agradecer en estos tiempos, y denuncia abiertamente la vanidad y la egolatría de la que hacen gala determinados vates en estos riscos patrios, y la poca, poquísima o nula cancha que, "los que la llevan" (me refiero a la peta) dan al pueblo llano, en el que, por mucho que les joda, hay  valores literarios indiscutibles.

Cecilia, ante la avalancha de denuncias de poetas, poetillas, poetrastos y caga-versos, que de todo hay, a raíz del IV Congreso de Literatura Canaria convocado por el Ateneo de La Laguna, cuelga en su cuenta de Facebook (reino del que este ciudadano-bufón ha* tiempo se exilió) el siguiente comentario:

Ateneo de La Laguna

"Queridos e ínclitos poetas del Parnaso isleño, ultraperiférico y de más allá (véase un planisferio e intenten encontrar las Islas Canarias): Por favor, lean, escriban y permitan que los demás, pobres poetas de la gleba, organicen congresos en entidades rancias en las que, por cierto, ustedes han presentado libros y dado recitales (para los suyos, claro).

Organicen, si no, ustedes mismos, un congreso para los que se niegan a participar en congresos (a lo peor acabo de escribir una figura literaria). Sean tolerantes, muchachos, que ya están talluditos para ir de rebeldes sin causa.

Aquí, a pesar de lo pequeño y ultraperiférico, hay espacio para todos: excelentes, muy buenos, buenos, regulares, malos e, incluso, muy malos. El tiempo, esclarecidos e iracundos poetas -con gafas por si se ve borroso o sin ellas- pondrá a cada uno en su sitio. Si no, aviven el seso: ¿Quién recuerda, lee o representa hoy a José Echegaray, todo un premio Nobel?. Pues eso. ¡Y a escribir que son dos días!".

No puedo por menos que darle la razón, a ella y a Diógenes, porque:  

"El movimiento se demuestra andando".

 Diógenes (Jean-Léon Gérôme)

(*) Como caben las dos, tanto el tiempo verbal como la preposición, y ambas son ciertas, lo dejo a la libre elección de los lectores.

Miguel Ángel G. Yanes

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