Los canarios llamamos gaveta, palabra proveniente, al parecer, del idioma italiano, a lo que, en otras latitudes se denomina cajón (aumentativo de caja) que viene a identificar un receptáculo corredizo que sirve para guardar cosas y forma parte de armarios, cómodas, escritorios y otros muebles; aunque también, según consta en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española, es un término aplicado a una “tina pequeña, ovalada, usualmente de madera, provista de asa, donde se sirve la comida a los ranchos de a bordo”; y, en Cuba, sirve para designar la “guantera o caja del salpicadero de un vehículo”.
Por contra, aquí, en las Islas, utilizamos comúnmente la palabra cajón para referirnos a estructuras individuales de madera que, sin formar parte de un todo, sirvan para guardar o contener algo, por ello la aplicamos también al féretro, sarcófago o ataúd.
Cuando veo introducir el cajón con los restos mortuorios de alguien, entiendo que el nicho es una gaveta donde los vivos guardamos, junto con el difunto, la esperanza de que exista un más allá.
Miguel Ángel G. Yanes
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