4/3/15

LAS LISTAS

El título de esta entrada puede llevar a equívocos. No dejo claro si se refiere a personas listas, mujeres listas, cosas listas (preparadas, terminadas), franjas (ya sean verticales u horizontales)... pero no; quiero referirme a listas electorales.


Tengo una amiga que, formando parte de la "plancha" de un partido local, se presentará a las próximas elecciones municipales, aunque el poupurrí  de votaciones de ese día (24 de mayo de 2015) se hará extensivo también a cabildos y comunidad autónoma. Así qué, como es lógico entre amigos (aún a sabiendas de mi color político) ha decidido pedirme el voto.

Si estuviéramos en una democracia real, las listas electorales serían abiertas o cerradas-desbloqueadas, con lo cual podría tachar a todos los individuos que no me ofrecieran un mínimo de confianza; hasta dejarla a ella sola si es preciso. A lo mejor así, aún a costa de traicionar mis postulados, la votaría, Pero si he de tragarme la "plancha" completa, la indigestión sería tan pesada que hasta podría hacerme vomitar. Y les aseguro que no es nada recomendable que este ciudadano vomite según qué cosas.


Por ello, aún a riesgo de que nuestra amistad se resienta, le he dicho rotundamente que no.

Siguiendo mis convicciones, no suelo votar ni por unos ni por otros, porque entiendo que, conscientes de ello o no, vienen a ser unos títeres en manos de la oligarquía, que es quién en realidad gobierna este país de incienso y caja clara.


Aunque de cara a las generales, puede que también sea capaz de traicionarme porque, a pesar de que no me gustó nada la "pirámide" gestada, me estoy planteando votar a Podemos, con la esperanza de romper el bipartidismo nacional y poner la primera piedra de una verdadera democracia. Luego ya hablaremos de república federal y de anarquismo ilustrado.

Miguel Ángel G. Yanes

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