4/12/14

PALABRAS MAL DICHAS

Hace días toqué el tema de las palabras utilizadas erróneamente, y lo ilustraba con una anécdota personal referida a la frecuente confusión entre carabela y calavera. Hoy quiero tocar palabras mal dichas. No hablo de arcaísmos, no; que a fin de cuentas forman parte de nuestro acervo cultural ("agora", "cuasi", "fierro", "jerver", "haiga", "truje"...) sino de aquéllas que, aprendidas de oídas en el propio entorno, pecan de algún error de bulto en su pronunciación, y que me gustaría ayudar a corregir del habla diaria de determinados conciudadanos. Por ejemplo:


"Camionito" por camioncito
"Cangrena" por gangrena
"Cardero" por caldero
"Cereca" por cereta
"Cernir" por cerner
"Cinterna" por cisterna
"Cocreta" por croqueta
"Escandilar" por encandilar
"Esparatrapo" por esparadrapo
"Esparda" por espalda
"Estijeras" por tijeras
"Fuertísimo" por fortísimo
"Gabina" por cabina
"Garrar" por agarrar
"Gorver" por volver
"Indición" por inyección
"Leuro" por euro
"Nadien" por nadie
"Pantufas" por pantuflas
"Pior" por peor
"Platiado" por plateado
"Pupurrí" por popurrí
"Rebundancia" por redundancia
"Semáfaro" por semáforo
"Toballa" por toalla 
 "Tortículis" por tortícolis 
"Veniste" por viniste
"Vertir" por verter
"Zorrina" por sordina (*)


(*) Con respecto a esta última palabra quiero hacer una curiosa observación. Hay personas que, empleando la lógica cartesiana, aplican la frase "a la zorrina" (de zorra, animal astuto donde los haya) entendiendo algo efectuado con la extrema astucia de los vúlpidos, término este que engloba a todas las variedades existentes de zorros. Todo ello por desconocer el significado del término sordina:

sordina.

1. f. Pieza pequeña que se ajusta por la parte superior del puente a los instrumentos de arco y cuerda para disminuir la intensidad y variar el timbre del sonido.
2. f. Pieza que para el mismo fin se pone en otros instrumentos.
3. f. Registro en los órganos y pianos, con que se produce el mismo efecto.
4. f. Muelle que sirve en los relojes de repetición para impedir que suene la campana o el timbre.



a la sordina.
1. loc. adv. Silenciosamente, sin estrépito y con disimulo.

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Miguel Ángel G. Yanes

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