1/6/11

TRANSRAPID

En las islas no hay tren, al menos de momento, aunque, en breve, todo se andará. La avaricia insaciable de los políticos anda de por medio.


Está claro que el territorio isleño es muchísimo más frágil que el continental, y también está claro que las vías férreas lo fragmentan, con lo cual, el susodicho invento vendría a agravar, aún más si cabe, la capacidad de movimiento de animales, personas e incluso vehículos, que, en ocasiones, se verían obligados a atravesar las vías.

Nuestros políticos (tan listos ellos, hombre) al caer en la cuenta del problema de fragmentación territorial que podría generarse, pusieron los ojos en una clara alternativa, más novedosa y mucho más cara, que viaja sobre una viga aérea sostenida por columnas de hormigón, un tren de levitación magnética: el Transrapid, auténtica joya de la ingeniería alemana, pero una tecnología tan sumamente cara, que, a pesar de haber intentado vender sus derechos a distintos países, ni siquiera China ha mostrado interés. Así que, si los tinerfeños no andamos listos, estos tales “políticos” terminarán comprando uno con nuestro dinero, lo que arrastrará a mayores profundidades aún, nuestra precaria economía, aunque, bien se sabe,” los de siempre” acabarán llenándose los bolsillos, ya sea en comisiones, obras de infraestructura, etc. etc. etc.


En principio (y todos sabemos como aumenta esto) el Cabildo de Tenerife, cuyo presidente, D. Ricardo Melchior (Coalición Canaria) es el verdadero empecinado en el asunto, planea invertir 3.000 millones de euros, ¡medio billón de las antiguas pesetas! si no me fallan los cálculos. ¿Creen ustedes que es lógico tamaño despilfarro para un recorrido de 120 kilómetros, a la desorbitada velocidad de 400 km/hora... y con la que está cayendo?

¿Por qué no se atienden primero las necesidades urgentes y perentorias de nuestro pueblo?: carreteras, viviendas, sanidad, educación, cultura…

¿Cómo dice?... ¡Ah!... Seguro que es por eso.

Miguel Ángel G. Yanes

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